Resurgiste


Resurgiste. Contra todo pronóstico.
Entre los páramos de mi interior una sacudida.
Rápida, repentina, arrítmica.

Yazco. Tendido en mi velero, que es la vida
de un verano fugaz, vívido, pero helado. El hielo
ha encontrado un resquicio, que abre paso al sentimiento.

Tu presencia. De mí brota una gota de sangre
que surge tras tras meses en el mar.

De tirar con voluntad de las cuerdas del velero, a son del viento.
Del viento una brisa, y de la brisa el suspiro que arranca tu aroma.

Un suspiro, una sonrisa, un deshielo.

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